Cuidado del sofá. Consejos para cuidar del tapizado
Habitualmente no se dedica al sofá una limpieza constante como se hace con otros elementos de mobiliario, pese a ser uno de los elementos que más se utilizan en casa. Con el uso, es habitual que absorba suciedad y malos olores de la calle, de mascotas, etc., así como que acumule polvo doméstico y manchas del propio uso. La gran mayoría de los sofás se tapizan con telas de fibras sintéticas o mezclas de tejidos naturales para garantizar una mayor resistencia y durabilidad de las mismas. Debes conocer el tipo de tela textil que se ha utilizado para el tapizado del sofá antes de aplicar cualquier técnica de limpieza o mantenimiento. Igualmente es importante seguir las instrucciones y recomendaciones de mantenimiento y uso del fabricante.
Cuidados generales del cuidado para el tapizado del sofá
Para prevenir la decoloración de la tapicería, no expongas directamente el sofá a la luz solar. En función del tipo de textil, el sofá será más o menos sensible al calor. Búscale una ubicación alejada de radiadores y de calefacciones.
Debes utilizar el sofá con cuidado, evitando saltar o sentarnos bruscamente para no perjudicar la estructura, no deformar los cojines, ni estropear los mecanismos deslizantes. Debes evitar sentarte sobre los brazos, ya que posiblemente no estén diseñados para soportar grandes pesos. Cada cierto tiempo es aconsejable alternar la posición de los cojines o respaldos (si es posible), para evitar que el posible desgaste o deformación se produzca en todos de igual manera.
Cuidado del tapizado del sofá en tela
Si el sofá es desenfundable y el tejido permite el lavado a máquina: Es recomendable hacer una prueba de lavado con una de las fundas antes de lavarlas todas. Siempre volver/girar al revés las fundas, evitando así que elementos duros como las cremalleras o el velcro de los cierres puedan dañar la parte visible de la tapicería. Para las microfibras, tejidos más habituales hoy por hoy en la elección de nuestros clientes para sus sofás, no es necesario el planchado. Los sofás tapizados en algodón, lino y lana son fibras naturales, ligeras y resistentes a la vez, aunque también absorben de forma muy rápida cualquier líquido que se derrame sobre ellas.
Antes de lavar el tapizado siempre consulta con un profesional o si aplicas algún producto de limpieza haz una pequeña prueba en una parte no visible del tapizado
Otros tejidos como los símil a terciopelo deben alejarse de cualquier fuente de calor por lo que es preferible aplicar lavados en seco. Tejidos como las lonetas son muy resistentes y soportan condiciones de lavado en caliente a temperaturas más elevadas. Para una limpieza general, pasa un aspirador (con un cepillo suave) por tu sofá una vez por semana.
Cuidado del tapizado del sofá de piel
Aleja el sofá de las calefacciones, la exposición solar y otras fuentes de calor. Por lo menos unos 60 cm. Así evitarás que la piel acabe modificando su color natural. Para el mantenimiento general de tu sofá de piel, basta con pasar un trapo seco. De esta manera retiraremos con facilidad el polvo. Aproximadamente cada 15 días es recomendable eliminar el polvo entre cojines con un aspirador, utilizando cualquier boquilla o cepillo aspirador con suma suavidad para evitar rallar o dañar la piel. Igualmente podemos tratar la piel pasando, sin frotar, un paño húmedo con agua no calcárea o una gamuza de algodón humedecida en agua y jabón neutro, bien escurrida. Se recomienda hacer un mantenimiento profundo de la piel 2 veces al año, utilizando en primer lugar un producto específico para la limpieza y/o mantenimiento de la piel (podemos encontrarlos en cualquier supermercado o droguería).
Posteriormente es necesario tratar la piel con cremas especiales que permiten hidratarlo y protegerlo para que ésta mantenga el tacto original, recupere la flexibilidad y no aparezcan grietas prematuramente. Esta crema específica para pieles y cueros la tendrás que extender homogéneamente con movimientos circulares. A continuación, deja secar y saca brillo con otro paño suave y limpio, eliminando así los restos de la crema.