Cuándo cambiar la almohada. Renovando sueños
Apoyadas en ellas soñamos, repasamos el día con sus momentos buenos y malos, imaginamos…Las almohadas son importantes en nuestras vidas y fundamentales para un correcto descanso. Si llevas tiempo con la misma almohada, no te pierdas estos consejos de Kibuc para saber cuándo cambiar la almohada. Recuerda que nos pasamos 1/3 de nuestra vida descansando.
Cuándo cambiar la almohada. Una duda que quizás tienes en la cabeza
Consideramos que debes cambiar la almohada cada dos años como máximo aunque esto va a depender en gran medida del relleno y del tipo de almohada. Cuando veas que tu almohada está deformada y el relleno se distribuye de forma irregular dentro de la funda es que ha llegado el momento de cambiarla. Una almohada en mal estado puede causar rigidez de cuello, dolor en el brazo y dolor de cabeza por la mañana.
Otro tema vital para saber cuándo cambiar la almohada es la higiene. La almohada está en contacto con el sudor y otros productos que utilizas en el pelo. Es importante que la protejas de los ácaros lavando la funda por lo menos una vez por semana. Si eres asmático o tienes alergia, deberás tener especial cuidado con este tema. Sigue los consejos de lavado de tu almohada en la etiqueta y recuerda lo importante que es cambiarla por lo menos una vez cada dos años.
En la sección de descanso de las tiendas Kibuc encontrarás diferentes tipos de almohada según tus preferencias de firmeza y comodidad. La almohada ideal es aquella con la que nos sentimos cómodos y nos ayuda a mantener la columna vertebral recta.
1-Almohada con relleno de plumón o plumas. Son almohadas poco firmes, muy mullidas y desprenden cierto calor. Estas almohadas son duraderas y sabrás cuándo hay que cambiarlas porque quedarán deformadas.
2-Almohada con relleno de fibra sintética. Son adecuadas si duermes de lado o boca arriba ya que son más firmes que las de plumas. Una de las ventajas que tienen es que son lavables pero su vida no es muy larga.
3-Almohadas de espuma. Tienen diferentes firmezas dependiendo de la densidad de la espuma. Algunas de ellas tienen formas anatómicas para adaptarse a la curvatura del cuello.
4-Almohadas de látex. Son almohadas que tienen capacidad de recuperación a la presión y esto hace que duren más y adapten mejor al cuello, y la cabeza. Son transpirables y acumulan menos polvo que las sintéticas. Estas almohadas necesitan airearse con frecuencia y no es recomendable lavarlas con agua.
4-Almohadas de viscoelástica. No todo el mundo se adapta a estas almohadas. Son más adecuadas si duermes boca arriba. La viscoelástica elimina los puntos de presión, libera la tensión de las articulaciones y es un material termosensible. No pueden lavarse con agua, sólo permiten el lavado en seco.
¿Qué te ha parecido este post? ¿Ya tienes claro cuándo cambiar la almohada? Quizás también sea una buena manera de renovar nuestros sueños.